Así lo explicó el secretario de Relaciones Institucionales del PSOE, Alfonso Perales, en rueda de prensa tras la reunión de la Permanente de la Comisión Ejecutiva Federal.

En esa reunión se analizó el anuncio de un nuevo tripartito, aunque con la ausencia del secretario general y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del secretario de Organización, José Blanco, ambos en Iberoamérica.

Perales no valoró "con profundidad" el acuerdo de formación del tripartito con el argumento de que aún no se han cerrado los detalles de su programa ni de su composición.

Explicó, sin embargo, que los interlocutores catalanes han expresado a la dirección del PSOE su "compromiso" de que ese tripartito "funcionará sobre bases distintas", un anuncio que en el PSOE consideran "alentador".

Perales reiteró que el PSC es un partido federado al PSOE y, por tanto, tiene plena autonomía al definir las alianzas con las que intentar formar Gobierno. "Es verdad que se podía haber formado de otra manera", reconoció, pero ésa ha sido la decisión de los socialistas catalanes y los demás socialistas "la respetamos".

Con esa premisa, no quiso entrar en detalles sobre cómo "se podía haber hecho", y tampoco opinó sobre las declaraciones de Carod-Rovira acusando al PSOE de intentar evitar el tripartito. "Desconozco las fuentes tan fidedignas y contundentes del señor Carod", dijo Perales.

Pese a que el tripartito gobernará por encima del partido ganador de las elecciones, CiU, Perales se adelantó a subrayar que el nuevo Gobierno tendrá, cuando se constituya, "toda la legitimidad y toda la legalidad" de origen y para su funcionamiento.

Esa autonomía del PSC sirvió a Perales para eludir responder respuestas sobre la más que probable presencia de Josep Lluis Carod-Rovira en una vicepresidencia de la Generalitat. Es al presidente autonómico, dijo, a quien corresponde nombrarlo.

El nuevo Gobierno tendrá que definir su agenda y su estructura, pero Perales se mostró convencido de que uno de los ejes fundamentales de su acción será el desarrollo del Estatuto, a pesar de que ERC votó en contra.

Perales reconoció que el acuerdo para reeditar el tripartito será "utilizado" por el PP para hacer oposición al Gobierno central, pero juzgó "divertido que el último de la clase, un partido casi irrelevante en Cataluña, se dedique a darnos lecciones".

Un partido con 14 escaños de 135 en el Parlamento autonómico, dijo Perales a los dirigentes del PP debería mostrarse más "discreto y moderado" en sus declaraciones públicas sobre lo que hacen los demás partidos.

En cuanto a la política de alianzas del PSOE en el Congreso de los Diputados, aseguró que seguirá "igual" que hasta ahora, a pesar de que en los últimos meses CiU ha sido "aliado muy estable" del Gobierno, en palabras del propio Perales.

El Gobierno, dijo el dirigente socialista, mantendrá su estrategia de buscar acuerdos con todos los partidos para cada asunto, y tratará de apurar "cualquier resquicio" de acercamiento a CiU.

La política de alianzas del Ejecutivo, concluyó, "no estará determinada por los acuerdos en ninguna comunidad autónoma, por importante que esta sea".

Mientras el nuevo tripartito se gestaba en Cataluña, explicó Perales, el presidente del PSOE, Manuel Chaves, y también Alfredo Pérez Rubalcaba hablaron con dirigentes del PSOE para estar informados, aunque no puntualmente porque se estaba negociando.

Perales aseguró que ignora si el secretario general del PSOE, desde Montevideo, estaba al corriente de lo que sucedía en Cataluña. "Desconozco nada que tenga que ver con la intervención del presidente del Gobierno", afirmó.