Esta situación afectaría tanto a fabricantes como a consumidores, suministradores y pequeños y medianos comercios. Las cámaras subrayan que la nueva empresa resultante "podrá ejercer una fuerte presión en precios y plazos sobre sus proveedores, en su mayoría pequeñas y medianas industrias, que ya soportan rígidas condiciones".

Las cámaras aaden que hay que esperar a que el Tribunal de Defensa de la Competencia y la Unión Europea (UE) opinen al respecto. Afirman, además, que hay que tomar medidas para un mejor desarrollo de los pequeños comercios, de forma que estén en condiciones de competir.

En concreto, demandan mejores canales de financiación, una fiscalidad más favorable, la reducción de los comisiones aplicadas al pago con tarjetas de crédito y un mayor impulso al asociacionismo.