Según explicó hoy el director ejecutivo de este proyecto en España, Pedro Pozas, se trata de "Hiasl", un chimpancé que "como tantos otros" fue "arrancado violentamente" de la selva africana para ser vendido a un laboratorio, y que recientemente se ha convertido en protagonista de un proceso legal en Austria.

Según relata Pozas, "Hiasl" fue "arrancado" del lado de su madre en 1982 en la selva de Sierra Leona, cuando tenía 10 meses de edad. Después de que su madre fuera abatida a tiros, el animal fue trasladado a Austria "metido en una caja, rumbo a un laboratorio para ser sometido a experimentos médicos".

El día antes de llegar el chimpancé de África, Austria firmó la convención CITES sobre el comercio con especies amenazadas, que "la llegada de los chimpancés violaba", según el Proyecto Gran Simio. En ese momento, un refugio de animales de Viena se hizo cargo de "Hiasl", que acabó criándose con una familia humana.

Años más tarde, "Hiasl" fue trasladado a unas instalaciones acondicionadas especialmente para él en el refugio de Viena, que, por problemas económicos, estuvo "al borde de la quiebra"en 2006. "Desde entonces, la situación del chimpancé es incierta, pues su cuidado cuesta 10.000 euros mensuales", lamenta Pozas, quien teme que "acabe en un zoo, se lo lleven a un circo o un laboratorio en otro país".

El Proyecto Gran Simio argumenta que, de acuerdo con la ley austríaca, "todos los miembros de la familia 'homo' son personas, y los chimpancés pertenecen a esta familia desde 1997", según refleja el catálogo de especies amenazadas CITES.

"Sólo si se acepta que 'Hiasl' es una persona tendrán importancia sus intereses y podrá ser representado en un juicio contra su deportación para que se haga justicia. Sólo como persona puede recaudar dinero para sí mismo, y sólo como persona puede iniciar acciones legales y reclamar daños contra los responsables de su rapto para garantizar su futuro", añade el director de este proyecto.

Gran Simio pide al Tribunal Europeo de Derechos Humanosque acepte a trámite la petición para que "Hiasl" sea considerado "persona con derechos".

"Si una entidad puede ser declarada con el título de persona jurídica y, encima, con derechos, ¿por qué no un ser vivo tan cercano a nosotros y que está incluido en nuestra propia familia?", se pregunta Pozas.