A finales del año pasado, la Comisión Europea aprobó el plan 1994-97 del Ministerio de Industria para reestructurar el sector del carbón, que supone el cierre total o parcial de 38 empresas, la racionalización de 65, apoyado por unas ayudas estatales e el entorno de los 130.000 millones anuales.

El presidente de Carbunión, Carol Hausmann, aseguró ante el plan que esta reestructuración supondrá un recorte en la producción del 12% y una reducción de plantilla del 27%. A su juicio, no supone una mejora de la competitividad del sector, por la obligación de reducir la producción y el descenso progresivo de las ayudas.

Por eso, solicitó que las empresas que puedan mejorar su productividad, mediante la reducción de sus costes, puedan -a medida que seproducen los cierres de otras empresas- aumentar su producción. Como medida alternativa a ésta, planteó la posibilidad de reducir sus plantillas mediante prejubilaciones anticipadas.

Por otro lado, la producción nacional de carbón CECA (hulla, lignito negro y antracita) en 1994 fue de 18,1 millones de toneladas, con una reducción del 1,5% sobre el año pasado. Si se incluye el lignito pardo (que no se produce en el resto de Europa), la caída fue 7,1%.