Los protestantes señalan en una nota de prensa que este lema "supone declarar públicamente que existe una única 'Iglesia', la católica, cuando también existe la cristiana ortodoxa y la cristiana protestante".

A su juicio, la citada campaña "mantiene el concepto de papel recaudador del Estado en favor de una confesión religiosa, y potencia que el centro de interés de la relación entre Estado e Iglesias sea prioritariamente económico, aspecto que rechaza el protestantismo español".

Los protestantes consideran que "los aspectos crematísticos y de financiación deberían quedar cerrados por un autosostenimiento de todas las confesiones por parte de sus miembros o fieles (salvo aspectos de servicio social o cultural, de forma equiparable a cualquier otro colectivo social)".

Por contra, defienden que "las entidades religiosas reciban fondos del Estado para proyectos concretos y rindan cuentas de su administración como cualquier otro que recibe fondos públicos".

Por ello, los protestantes concluyen que esta campaña de la CEE "es perversa, en cuanto que mantiene un monopolio prepotente del concepto de Iglesia por parte de la Conferencia Episcopal católica".