No obstante, antes de dilucidar la idoneidad de uno u otro sistema, el Gobierno deberá atender la petición que presentarán de forma oficial protestantes, judíos y musulmanes ante la Dirección de Asuntos Religiosos para recibir una asignación tributaria del Estado, tal y como ahora ocurre con la Iglesia católica.

Pedro Tarquis, portavoz de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), declaró hoy a Servimedia que esta solicitud todavía o ha sido presentado formalmente, ya que lo harán las tres confesiones de forma separada, aunque el mismo día de la próxima semana.

Tarquis manifestó que los evangélicos consideran que el sistema más adecuado es fijar una cantidad para cada religión en base a baremos acordados previamente, método similar al que utilizan los partidos políticos.

Los protestantes creen que entre los baremos se debería incluir número de fieles, actividades culturales que desarrollan las distintas confesiones y gastosen obra social, entre otros.

Sin embargo, Pedro Tarquis aclaró que no oponen a un sistema similar al actual, en el cual se diera la opción al contribuyente de destinar un porcentaje del IRPF a una determinada confesión, aunque se mostró partidario de que en ese caso desaparezca la opción "otros fines sociales", coincidiendo en este punto con los planteamientos de la Iglesia católica.

Sin embargo, el sistema de casilla es rechazado por los judíos, que tienen presente el uso que hizo Hitler durantela Segunda Guerra Mundial de los datos personales de los contribuyentes a través de las declaraciones de renta.

La reivindicación de estas confesiones surge en un momento en el que la Iglesia católica negocia con el Gobierno modificar el sistema actual de asignación tributaria. Entre las opciones que barajan los obispos para aumentar esta asignación se encuentra incrementar el porcentaje, estipulado ahora en un 0,5 por ciento.

Tarquis indicó que los protestantes, al igual que en 1992, cuando rechzaron recibir una aportación económica del Estado, siguen pensando que debe prevalecer la separación Iglesia-Estado.

El motivo por el cual los evangélicos sí aceptan ahora una aportación estatal es porque entienden que esta independencia no se ve alterada si el Estado colabora en la financiación de una serie de actividades de tipo cultural y social, nunca religiosas, que benefician al conjunto de la sociedad.