La primera central en la que se pondrá en marcha esta iniciativa es la de Santa María de Garoña (Burgos), la segunda más antigua.

Juan San Nicolás Santamaría manifestó, en rueda de prensa, que el nuevo sistema de aviso permitirá planificar mejor y con más tiemo las actuaciones que se deben emprender en caso de que se registre un accidente grave en una central nuclear.

Los mensajes que recibirán los ciudadanos tendrán una duración de 20 segundos. Consistirán en una pregrabración y variarán en función del tipo de accidente y sus consecuencias, de tal forma que en algunos casos se limitarán a recomendar los vecinos que permanezcan en sus viviendas y en otros aconsejarán la evacuación.

El coste de implantación del proyecto asciende a 300 millones de pesets, cantidad a la que hay que sumar las inversiones necesarias para el mantenimiento de estas líneas.

Javier García, director general de Grandes Clientes de Telefónica, aseguró que los clientes de otras compañías también podrán recibir estos mensajes.

La decisión respecto al tipo de mensajes que se deben emitir en caso de accidente partirá de los Centros de Coordinación de Protección Civil establecidos en las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, que son sede de los planes de emergencia.

La población residente en el entorno de las centrales que dispone de línea telefónica es de unos 10.000 habitantes, pero Telefónica y Protección Civil pretenden ampliar el sistema de alerta a los teléfonos móviles, para avisar a los transeúntes que corran algún tipo de riesgo ante un eventual accidente.