"Muchas mujeres escogen la prostitución no forzadas", señaló Osborne, "porque viendo cómo está el panorama, las pocas posibilidades laborales que tienen las mujeres de salir adelante, su escasa preparación, etc., entre ganar 50.000 pesetas en el servicio domstico, mañana, tarde y noche, a ganar 200.000 al mes de esta manera, escogen esta última opción".

La estudiosa añadió que "normalmente son mujeres que no tienen un hombre al lado, que se las tienen que ver por su cuenta, por la razón que sea".

"Lo peor que tiene este trabajo es lo mal considerado que está", manifestó Raquel Osborne. "Una cosa es el trabajo en sí, que será más o menos feo o bonito, agradable a veces, divertido otras, horrible otras; y otra es que el trabajo en sí está visto socialente como horrible y eso es lo que lo convierte en diferente".

Pero es posible enfrentarse a ese estigma "si se considera a las prostitutas personas y trabajadoras con los mismos derechos que las demás y se apoya esa línea de trabajo", aseguró la especialista.

APOYO DE OTROS SECTORES SOCIALES

"Un colectivo tan desfavorecido necesita el total apoyo de organizaciones de mujeres y de otro tipo de sectores, partidos políticos, asociaciones de abogados, etc., sectores que no están sensibilizados ahoa mismo y que podrían estarlo ante casos como los que están pasando en el centro de Madrid", apuntó Osborne.

Precisamente, el movimiento a favor de los derechos de las prostitutas se basa en dos pilares: su autoorganización y las alianzas con otros grupos sociales, indicó la socióloga del Instituto de Estudios Sociales Avanzados.

Sin embargo, "hay muchas mujeres de alto 'standing' que no quieren saber nada de una identificación propia con la prostitución, que no se consideran prostitutas, sino acmpañantes o lo que sea. Si una persona no se identifica con el trabajo que hace, no puede tener reivindicaciones, no puede manifestarse o protestar como protagonista de ese trabajo", declaró Osborne.

El "chulo" no es un fenómeno asociado obligatoriamente a la prostitución, afirmó la miembro del IESA, "sino que cuanto más turbio es el entorno de la prostituta, cuanto más insegura es su situación desde un punto de vista legal, como la que hay en España de tolerancia, eso propicia la aparición del 'chulo, porque la prostituta quiere y busca una persona que esté al lado, que se supone que tiene contactos con la policía, que puede en un momento dado hacerle de freno para poder trabajar sin mayores problemas".

"Otra cosa es que, además, ahora se mete el problema de la droga. Eso es más serio, porque crea un entorno criminógeno bastante fastidiado y se sale un poco del tema de la prostitución", señaló.

En los colectivo de mujeres, en general, este problema "no ha estado apenas debatido, no ha intereado tratarlo. Ahora sí que ha empezado a haber un cierto interés, un poco a remolque de haber oído hablar que existen movimientos de prostitutas", afirmó Osborne.