Tim Castleman, promotor de esta iniciativa, asegura desde su página web (http://www.drive55.org) que desde que el precio de la gasolina superó el dólar por litro, su idea ha empezado a gozar de más popularidad.

Actualmente los límitesde velocidad se sitúan entre 65 y 70 millas por hora (104-112 km/h) en la mayor parte de Estados Unidos, aunque en algunos estados son algo superiores.

La propuesta de Castleman está encontrando el apoyo de algunos políticos. Este es el caso del senador republicano de Virginia, John Warner, que ha encargado un estudio sobre los efectos que tendría un límite de velocidad de 60 millas por hora (96 km/h).

Warner destaca que el límite de velocidad de 55 millas (88,49 km/h) redujo el consumo de combustible una media de 167.000 barriles diarios durante su periodo de vigencia, según un estudio del Congreso de EEUU, por lo que extrapolando estos resultados a la actualidad el ahorro podría ser mayor, ya que el parque de vehículos ha aumentado.

El señador por Virginia también cree que límites más bajos de velocidad contribuirían a reducir la siniestralidad de las carreteras, y cita un estudio de la Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences) cuyos resultados apuntan que el límite de velocidad de 55 millas (88,49 km/h) contribuyó a reducir en 4.000 al año las víctimas mortales en accidentes de tráfico.

Jackie Speier, congresista demócrata por California, ha propuesto un límite de 60 millas (96km/h) en zonas urbanas y 65 millas (112Km/H) en interurbanas, una propuesta que cuenta con el apoyo de otros 11 congresistas demócratas, de grupos medioambientales y de las Asociaciones Americanas de Transportes por Carretera (American Trucking Associations).

Sin embargo, la reducción de los límites de velocidadcuenta con numerosos detractores, entre ellos la Asociación Nacional de Conductores (National Motorists Association) que considera que el impacto en el consumo de esta medida sería bajo y que solo contribuiría a incrementar las sanciones de tráfico.