El grupo ha presentado una propuesta de ley en este sentido, con el objetivo de incrementar el poder adquisitivo de los franceses, que pagan como media 600 euros anuales por estos servicios, lo que representa un 4,2% del presupuesto familiar.

Algunas empresas galas ya cubren el coste del teléfono móvil e Internet de sus directivos, pero la propuesta de ley tiene por objetivo que estos beneficios se amplíen al mayor número posible de trabajadores, por ello el texto contempla la introducción de ventajas fiscales para incentivar a las empresas a adoptar esta medida.

Los proveedores de telefonía móvil e Internet del país vecino se han mostrado favorables a esta iniciativa, que en su opinión les permitirá simplificar sus tarifas, ya que cada vez les resulta más difícil ofrecer precios diferenciados para el uso profesional y privado de sus productos que se adapten a las necesidades de sus clientes.