El SUP, que tenía previsto realizar esta semana concentraciones en todas las provincias españolas, ya ha recibido otras enegaciones de los gobiernos civiles, que han estimado que los funcionarios podrían ocasionar problemas de orden público.

El abogado del sindicato mostró su escepticismo ante la posibilidad de atentados terroristas, ya que, afirmó, "es improbable que un misil iraquí llegue a una pequeña ciudad del noroeste de España".

Tanto el fiscal como el abogado del Estado defendieron que los policías deben mantenerse en estado de alerta mientras dure el conflicto internacional.

Finalmente, la audiencia o ha prohibido la celebración de la manifestación, sino que la ha pospuesto hasta que se calme la tensión originada por la guerra del Golfo.

El secretario general del SUP en Galicia, Angel López, rechazó esta resolución y aseguró que "el gobierno civil primero prohíbe la movilización y después nos aconseja que la pospongamos". El abogado del sindicato argumentó que los policías tienen el mismo derecho que otros ciudadanos a manifestarse.