Desde Palma, en la Junta Directiva del PP de Baleares, a la que asistió el líder nacional de la formación, Alberto Núñez Feijóo, se congratuló de haber sido primera fuerza en las elecciones autonómicas del 28 de mayo y haber sumado 26 diputados, más que toda la izquierda junta en el Parlament.

Se refirió así al “mandato claro y contundente” de las urnas, donde los ciudadanos respondieron a la llamada que había hecho el PP para alcanzar “una mayoría suficiente que nos permitiera gobernar en solitario”. “Y esto, precisamente esto y no otra cosa, es lo que nos dieron los ciudadanos el 28 de mayo”, recalcó.

Por eso, explicó que el 5 de junio inició una ronda de contactos con todas las formaciones para asumir su responsabilidad de presentarse a la investidura y formar un Gobierno “estable del PP en Baleares”. Tras estas reuniones “cordiales”, aseguró que “la constatación de todos” fue que el PP tiene que liderar el futuro Ejecutivo.

“Es posible llegar a acuerdos a lo largo de la legislatura”, prosiguió Prohens, asegurando que esta será la tónica en su Gobierno. Eso sí, la presidenta del PP en Baleares reconoció que “solo Vox, además de nuestros compañeros de Sa Unió, nos tendieron la mano para facilitar una investidura”.

A partir de ahí, subrayó que siguen los contactos y conversaciones que le llevan a pensar “que el acuerdo no solo es necesario, sino que es posible”. “Expresamos que seríamos respetuosos con los votantes de todos los partidos y entendemos que el principal punto de acuerdo entre los votantes de ambas formaciones", en referencia al PP y Vox, "es la voluntad y la necesidad imperiosa de cambio en las políticas y en las instituciones de Baleares”, enjuició.

Aunque el tiempo “apremia”, pidió a los suyos confianza y paciencia porque se está trabajando “pensando solo y únicamente en lo mejor” para esta comunidad. También hizo extensiva esta demanda de paciencia y también se disculpó con los medios de comunicación en un momento en el que se está trabajando “desde la discreción”.

Prohens tampoco dejó pasar la oportunidad para llamar a todos a “poner punto y final definitivamente al sanchismo” en las elecciones generales del 23 de julio, de tal forma que de la mano de Feijóo vuelva “la seriedad, el rigor, la moderación, la gestión del interés general y el respeto”.