Para el periodo 2000-2004, el Ejecutivo europeo propone un presupuesto de 613 millones de ecus, es decir, más de 100.000 millones de pesetas.

Con este dinero se financiarán proyectos de demostración en tres campos concretos: la protección de los hábitats naturales, las especies en peligro de extinción, la integración del aspecto medioambiental en actividades industriales y asistencia técnica a las zonas más afectadas por problemas de degradación.

También eistirá un apartado espefícificamente dedicado a proyectos para la protección del medio ambiente de países limítrofes con la Unión, como son los del Mediterráneo y los del Báltico.

Esta nueva regulación presupuestaria tiene el objetivo de estrechar las relaciones entre las actividades económicas de la UE y las prioridades comunitarias en materia medioambiental.