Organizado por profesores de Filosofía de Educación Secundaria, los docentes se quejaron en un comunicado que este ha sido “el amargo curso de implantación de la Lomloe, de los más aciagos para la Filosofía en los planes de estudios de Secundaria”. Por ello, explicaron que la lectura de textos filosóficos "es una acción completamente subversiva en la era digital: es una forma de hacer visibles las libertades de reunión, de pensamiento, de expresión, de conciencia, de cátedra en un solo acto".

"Estamos convencidos de que nuestros representantes políticos poseen una visión de la educación cortoplacista, sólo elaboran leyes y decretos para sus legislaturas, para, en apariencia, contentar a sus votantes. El profesorado de Filosofía mira a largo plazo, a las próximas leyes y generaciones", destacó Miguel Jiménez, miembro de la Plataforma.

Según los profesores de Filosofía de la ESO, “leer y escribir a mano siguen siendo innovación educativa, son las habilidades que mejor ayudan a organizar el pensamiento, las ideas, a abstraer, a darle sentido a lo que pensamos y a conectar los contenidos con la realidad circundante y también con otras épocas o culturas".

Para la Plataforma y organizaciones de profesorado de toda España, éste ha sido un curso muy activo, en el que se han diseñado y desarrollado nuevas materias filosóficas, y han mantenido reuniones con las Consejerías de Educación para presentárselas a las diferentes comunidades autónomas. Además, la semana pasada asistieron al IV Congreso Internacional de Innovación Educativa en Filosofía organizado por la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.