Hasta el momento, la Unión Nacional Británica de Profesores había adoptado una actitud más moderada en relación a la expulsión de alumnos de las escuelas por mal comportamiento.

Sin embaro, los más de 200.000 profesores de esa organización han modificado sus pautas este año, tras los últimos casos de rebeldía y mal comportamiento en las aulas del país, y más concretamente tras el caso de una docente acusada de haber dado bofetadas a un alumno.

Según informó "The Times", la Unión Nacional de Profesores va incluso más lejos en sus reivindaciones y ha anunciado al Gobierno que tomará medidas si se sigue mostrando reticente a expulsar a todos los alumnos que demuestren conductas agresivaso violentas en clase.

Por otra parte, un alumno de una escuela pública de Edimburgo ha sido expulsado y otros seis suspendidos de forma transitoria por haber cometido abusos de tipo racista contra un profesor de origen asiático, según el mismo rotativo.