"La Ley de Calidad hace mucho hincapié en los alumnos con sobredotación intelectual, pero hay pocas novedades en la atención a las necesidades educativas especiales", señaló Cabello a Serimedia.

A su juicio, debe apostarse, siempre que sea posible, por la integración de alumnos con minusvalía en centros ordinarios, pero para eso hacen falta "muchos más medios económicos".

"Deja mucho que desear la aplicación que se hace en el sistema educativo de los principios básicos de integración, normalización e individualización en la incorporación escolar de los discapacitados", subrayó.

El nombre de Auxiliadora Cabello saltó a los medios de comunicación en 1998, cuando no la dejaron ntrar en la Universidad de Málaga porque su discapacidad era en ese momento del 33 por ciento (ahora es del 47%) y no alcanzaba el mínimo legal del 65 por ciento establecido entonces para tener derecho al cupo de plazas reservadas a minusválidos.

Su denuncia ante diversas instituciones dio frutos y el Parlamento nacional rebajó el porcentaje. Sin embargo, para ella ya era tarde y se vio obligada a marcharse a un centro privado de Granada para cursar los estudios superiores.

Eligió Magisterio porqe su madre y su abuelo eran maestros, y optó por la rama de Educación Especial porque su anhelo es enseñar a discapacitados.

Fuera de los estudios, colabora con la Asociación pro Inserción Laboral de Personas con Discapacidad y con la Asociación Malagueña de Paralíticos Cerebrales. Dice que se siente muy orgullosa del Premio Andalucía que le ha concedido este año la ONCE por su esfuerzo y entusiasmo.

Ahora está a la espera de destino en un colegio andaluz para incorporarse a las clases el 1 de setiembre. En la espera no hay nervios, porque está convencida de que su parálisis no le supondrá ninguna traba para desempeñar la labor docente y tendrá la máxima colaboración de sus alumnos.