En la operaión, la Policía intervino numeroso material contable, talones bancarios, letras de cambio y "diskettes" en los que figuraba la contabilidad de la organización, útiles de distintos juegos, y dos maletines con fichas por valor superior a los 90 millones de pesetas.

En el momento del registro se encontraban en el interior de chalé cuatro o cinco jugadores, dos de los tres responsables de la organización y un camarero que servía cenas a los clientes.

Por el exámen del material contable incautado, la rigada Especial del Juego calcula que las ganancias de los organizadores en los días de partida, lunes y jueves por la noche, superaban los 5 millones de pesetas diarios.

Los beneficios de los responsables de la casa de juego ilegal provenían del porcentaje que cobraban sobre las apuestas ganadoras y de la cuota establecida en concepto de alquiler del puesto de juego.

Funcionarios adscritos al Servicio de Control de Juegos de Azar vigilaban desde hacia algún tiempo el chalé de la Urbanización Floida, a donde acudían personas del mundo del juego y en el que sospechaba que se celebraban partidas de "baccará", "poker descubierto", "chemin de fer", "señora", etc.

Para captar clientes, los tres responsables distribuían tarjetas de visita con sus nombres entre personas adictas la juego, en las que figuraba también un plano de la ubicación del chalé.

De acuerdo con las mismas fuentes, los funcionarios procedían hoy a tramitar las diligencias judiciales por presuntos delitos de contrabando contr la Hacienda Pública, con independencia de las infracciones administrativas de carácter muy grave en las que han podido incurrir los organizadores del garito clandestino.