No obstante, y a pesar de que la calidad del tabaco de este año es muy superior a la de los anteriores, Sánchez señaló que "parece que las empresas no lo creen así, porque los precios están demasiado bajos".

La educción de los precios es considerable, ya que de las 130 pesetas por kilo pagadas en 1992 se pasó el año pasado a 26,50 pesetas y se estima que las empresas transformadoras paguen este año aproximadamente la misma cantidad.

Según la FNCT, los excedentes de producción de los países desarrollados constituyen el principal problema al que se enfrentan los cultivadores españoles. "Algunos como Brasil y Zimbabwe producen el tabaco naranja a menor coste y nosotros no podemos competir con ellos", dijo el prsidente de los cultivadores.

En esta cosecha, los cultivadores cobran una subvención de la Unión Europea de 443 pesetas por kilo de la clase Virginia (rubio) y 354 por kilo de Burley (negro), y a pesar de que la producción ha rebasado la cuota marcada por la UE en un 10%, los cultivadores no serán sancionados, ya que el exceso podrá ser descontado de los umbrales de garantía asignados para la próxima campaña de 1996.