En concreto, el cereal más perjudicado sería el maíz, al que afectaría especialmente en zonas de regadío. Por eso, la CAE solicitó que la Comisión Europea dé al maíz un tratamiento diferenciado al del resto de cultivos herbáceos.

En la actualidad, la reforma de la Política Agraria Común (PAC) ha tenido en cuenta las especiales características de este cultivo, y permite utlizar un rendimiento específico para el maíz en la fijación de ayudas.

Sin embargo, según la CAE, esta soluión es perjudicial para las explotaciones de otros cereales, ya que la elevación de rendimientos por una parte, supone una reducción para el resto.

Las cooperativas agrarias pidieron a la Comisión Europea, que cambie el plan de regionalización aprobado en la PAC, que supone que las ayudas se calculen en función de los rendimientos netos de la región.

Para el CAE, "la utilización de este parámetro desincentiva la profesionalización de los productores", por lo que aboga porque la ayuda se otorgue sgún la producción real de cada agricultor.

Por otra parte, las cooperativas agrarias solicitaron también que la Administración plantee en Bruselas que la siembra de trigo duro de la anterior campaña sea subvencionable por la CE.