El comportamiento de esta variable confirma la desaceleración en la que está sumida tanto nuestra economía como la de los países de la Unión Europea desde el último trimestre d 1995 y que parece pronunciarse en los primeros meses de 1996.

Entre otros componentes, la caída del refino del petróleo en 5 puntos, que se ha visto muy influido por el encarecimiento del crudo ante la demora de la entrada de Irak en este mercado, y el mal comportamiento de la producción de los alimentos, bebidas y tabaco (-11,8%) han frenado una mejor evolución positiva del IPI.

Por grupos, la energía aumentó un 2,5%, pese a la citada caída del petróleo, y la industria transformadora de metalesaumentó un 1,3%, con considerables caídas en la fabricación de material electrónico (excepto ordenadores), en un 19,1%, y en la construcción de máquinas de oficina y ordenadores (13,4%)

La producción de la extracción y transformación de minerales no energéticos y productos derivados cayó un 0,4% en enero de 1996. En este último índice, la industria química se mantuvo con un aumento del 1,9%. El mayor descenso lo registraron otras industrias manufactureras (5,8%), a consecuencia fundamentalmente de la aída de los productos alimenticios, bebidas y tabaco (11,8%).

Respecto al destino económico de los bienes, salvo los intermedios (0,2%) todos bajan. Los bienes de consumo caen un 3,3%, por el citado descenso del 11,8% de los alimentos, y los de equipo un 0,8%, debido a la caída de las estructuras metálicas y calderería y de la maquinaria.