La energía aumentó un 0,6%, como consecuencia del crecimiento del precio del refino de petróleo en un 1,6%; la extracción y transformación de minerales no energéticos y derivados ascendió un 0,2% y la industria transformadora de los metales un 0,5%. Llama la atención el descenso de los precios de la construcción de máquinas de oficina y ordenadores (-3,6%). Dentro de los índices que componen el IPRI, destaca el comportamiento de las industrias manufactureras, que congelaron sus precios, gracias al descenso de la industria del cuero (-0,7%) y, sobre todo, de la industria del papel, artes gráficas y edición (-1,2%). El resto de las industrias tuvieron crecimientos moderados.

Por destino económico de los bienes, los de consumo y los de equipo alcanzaron un crecimiento del 0,3%, mientras que los intermedios aumentaron un 0,1%.