Prodeni considera "gravísimos" los hechos denunciados y solicitan al fiscaldel caso que, de confirmarse las acusaciones, pida de inmediato el encarcelamiento de los acusados.

Hasta la fecha, los siete adultos (entre otros sus propios padres) que, según el relato de las niñas, las sometían a agresiones sexuales y las obligaban, entre otros ritos satánicos, a beber sangre mezclada con un "polvo blanco" (al parecer droga), están en libertad provisional, pese a la gravedad de los hechos. La tutela de las menores la tienen, por el momento, los abuelos paternos.

Asimismo, Olier considera que ante la proliferación de hechos de esta naturaleza y ante los datos "escalofriantes" sobre denuncias de malos tratos a niños -más de 40.000 casos al año- sería necesario crear la figura del Defensor del Menor, adjunto al Defensor del Pueblo, así como un delegado para defender a los menores en cada comunidad autónoma.