Por su parte, la autoridad judicial decidió procesar al ginecólogo que intervino en el caso, acusado de spuesto intento de venta del bebé.

Según lo expuesto en el sumario, López Duque esta acusado de mantener relaciones incestuosas con una de sus hijas desde que la menor cumplió 12 años, y a la que supuestamente dejó embarazada de un niño que nació en una clínica granadina.

La víctima del suceso, Isabel L. O., fue la que denunció los hechos hace cuatro años a la Guardia Civil de Torre Pacheco, y al igual que la esposa y hermana del acusado, decidieron acogerse al derecho a no declarar contra un famiiar en un juicio.

Por otra parte, el ginecólogo que cuidó a Isabel en el parto, Adolfo Montero Peña, declaró al tribunal que la chica le dijo en un principio que el bebé era fruto de una violación de cuatro hombres, para indicarle al final del embarazo que el hijo que esperaba pertenecía a su padre.

En las declaraciones realizadas en 1989 a la Guardia Civil, la muchacha explicó que su padre la había obligado a mantener relaciones carnales desde que cumplió los 12 años hasta que, finalmente, quedóembarazada en 1988.

Asimismo, manifestó que, tras el parto, el ginecólogo que la atendió, el doctor Adolfo Montero, le aconsejó que dijera que el niño había nacido muerto, por lo que, a instancias de la fiscalía, se abrieron diligencias contra el médico por un presunto delito de venta de niños.

De hecho, Montero está pendiente de unas diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción número 5 de Granada por un presunto intento de venta del bebé a un matrimonio de Alicante.

La defensa de Rafel López Duque pidió la absolución al considerar que no existen pruebas del delito que le imputan.