El director general de la Fundación Anar, José Antonio García, señaló que este teléfono recibió el pasado año 118.411 llamadas, de las que 3.167 fueron a través de la Linea del Adulto. De todas ellas, se realizaron 8.809 derivaciones sociales y 4.012 derivaciones jurídicas.

García comentó que un 22,2% de las llamadas de los menores a este servicio se referían a problemas de relación con la familia o el entorno, entre las que destacan las relativas a las consecuencias psicológicas de la separación de sus padres y a la situación de soledad en la que se encuentran.

El informe señala también que un 10,5% de las llamadas al citado teléfono fueron relativas al sexo, lo que, según García, demuestra que la sexualidad sigue siendo un tabú en las familias.

Además, los profesionales que atendieron las llamadas de los menores detectaron problemas asociados como separaciones y divorcio (2,6%), sexualidad (3%), maltrato (6,6%), problemas escolares (13,7%), problemas de relación (17,1%) y problemas psicológicos (28,2%).

También los profesionales del Teléfono Anar detectaron problemas asociados en las llamadas de los adultos. Así, en un 7,4% de las comunicaciones el problema era de separación y divorcio, maltratato (5,7%), problemas de colegio (14,9), problemas de relación (9,9%) y problemas psicológicos (19,6%).

En este sentido, García destacó de esos datos el aumento respecto al pasado año en el número de llamadas de padres que no saben cómo "controlar" a su hijo, que ha pasado del 8% en 2006 al 9,9% en 2007.

García expuso recomendaciones a los padres, entre ellas, "establecer una relación de calidad con nuestros hijos y sacar tiempo para participar de sus intereses".

En cuanto a la sexualidad, el director general de la Fundación Anar sugirió especial cuidado con el uso de las nuevas tecnologías en especial Internet: poner el ordenador en un lugar común de la casa, no comprar webcam, limitar los horarios y el tipo de acceso.

También recomienda enseñar a los hijos que está mal que algunos adultos le toquen, que sepan decir no también a los adultos conocidos y a defender su integridad.

Finalmente, García propuso a aquellos padres con problemas para "controlar" a sus hijos que les eduquen "en límites y normas claras, respetando sus derechos y sin recurrir a la violencia".