Gámir, que salía así al paso del reciente anuncio de venta del 40% de la constructora pública Auxini a OCP por 3.000 millones de pesetas, criticó también al Ejecutivo por no garantizar que estos ingresos se emplearán en reducir la deuda, como única medida eficaz para atjar el déficit público.

Según el dirigente del PP, el Gobierno está contabilizando el dinero de las privatizaciones como ingresos corrientes, aspecto que incluso es criticado en el Tratado de Maastricht y que hará más difícil en el futuro hacer frente al déficit, puesto que no se está reduciendo la deuda estatal y, por tanto, no se está aliviando la carga financiera que se deriva de ella.

Gámir lamentó que, de seguir este proceso, se dificulte la labor del Gobierno resultante de las elecciones demarzo para reducir el déficit público, al haber agotado "de forma precipitada" uno de los principales resortes con los que se cuenta -el sector público empresarial- para acometer este proceso esencial en la convergencia de la economía española.

Indicó también su sospecha de que el proceso de venta de "las joyas de la corona" no ha concluido ni con la privatización del 11% de Repsol, ahora en marcha, ni con la venta del 40% de Auxini a OCP, y advirtió que en las próximas semanas podrían seguir otros prcesos similares con Aldeasa, Focoex, Inespal, CSI e incluso el 25% de Argentaria, del que se ha llegado a hablar.

Igualmente, destacó que existen serias objeciones respecto al método "precipitado y poco transparente" que está empleando el Gobierno y recordó que el PP presentó en 1995 una proposición de ley sobre venta de empresas públicas, en la que proponía el consenso parlamentario para que estos procesos se hagan "buscando el mejor precio posible, con valoración externa independiente de cada compaña y mediante concurso público".