Según datos facilitados por CCOO, la empresa pública tiene un peso en l economía española en materia de empleo 2,9 puntos por debajo de la UE, 2,4 puntos inferior en generación de valor añadido y 2,6 puntos inferior en inversiones. CCOO destaca que esta diferencia incluso se quintuplica si la comparación se hace con países de cabeza, como Italia o Francia.

Estos datos, a juicio de CCOO, muestran que la empresa pública española "es una de las de menor entidad dentro del conjunto de países de la UE". En concreto, España se coloca en el furgón de cola junto a dos pequeños píses, Luxemburgo y Holanda, y Reino Unido, "donde el thatcherismo originó gran parte de las consignas privatizadoras que tanto calado han tenido en nuestro país".

No obstante, CCOO asegura que la empresa pública española todavía sigue desempeñando hoy un papel significativo en la inversión productiva, al realizar el 13% del total nacional, aunque señala que este papel fue mucho más importante antes de iniciarse la etapa de privatizaciones en 1985. A mediados de los 80, según CCOO, la empresa pública ralizaba el 21% de las inversiones del país y generaba el 14% de la riqueza nacional.

CCOO cree que con la "fiebre liberalizadora" del PP la empresa pública española pasará a ocupar "la cola del furgón de la UE" en su intervención en la economía nacional, y, con ello, "estaremos renunciando a las ventajas que la hacen especialmente apta para competir en unos mercados cada vez más globales".

Entre estas ventajas, el sindicato que dirige Antonio Gutiérrez destaca su tamaño y concentración alrededor e grupos empresariales, su fuerte capacidad inversora y de generación de empleo estable, sus importantes actividades en I+D, su utilización commo instrumento de política industrial y su capacidad para generar riqueza nacional.