EL PRINIPE ALABA LA CONCORDIA CON QUE SUAREZ SUPO PILOTAR LA TRANSICION
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El príncipe Felipe de Borbón alabó esta tarde la transición española y la Unión Europea, en el discurso que pronunció en el Teatro Campoamor de Oviedo durante la entrega de los Premios Príncipe de Asturias 1996.
En la entrega de estos premios destacó la ausencia del atleta norteamericano Carl Lewis, galardonado con el Premio de los Deportes, distinción que recogió en su lugar el presidente del Comité Olípico Internacional (COE), Juan Antonio Samaranch, a petición del propio atleta.
El acto comenzó con la entrada del Príncipe y la reina doña Sofía en el teatro y posteriormente de los premiados, con una pieza del "Concierto de Aranjuez", del maestro Rodrigo, que tampoco estuvo presente en la ceremonia, debido a su avanzada edad y delicado estado de salud.
El primero de los galardonados en intervenir, el escritor Francisco Umbral, premio Príncipe de Asturias de las Letras, dedicó sus mayores elogio al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, de quien dijo que "Adolfo fue el amigo, el gran maestro que traspaso murallas avulenses para ensanchar al fin la democracia. Trajo dimensiones, libertades del hombre, porvenires, la violencia luciente de su idea y la verdad tranquila de su España".
A continuación intervino el premio de Comunicación y Humanidades, el filósofo Julián Marías, que comparte galardón con el periodista italiano Indro Montanelli. Marías criticó la supresión de los estudios de humaidades en España "con el peligro de que se retroceda a un primitivismo inquietante; el abandono u olvido de ellas significaría una infidelidad a lo que ha sido más creador en España".
La hija del compositor Joaquín Rodrigo, Cecilia Rodrigo, leyó unas palabras de su padre, quien dedicó el galardón a su esposa Victoria. "Ella ha sido mi inspiración, me ha dado impulso, fé en mí mismo, inmenso amor, ha dedicado su existencia a la mía y ha sido la luz para mí ojos".
OVACION A SUAREZ
La intervenciónmás emotiva fue la de Adolfo Suárez, a la que el público presente en el teatro dedicó una gran ovación y un gran aplauso.
Suárez realizó un repaso a lo más significativo de la transición española por cuya labor ha sido galardonado con el premio de la Concordia. "Se premia en mí la obra de todo un pueblo. En esta empresa participaron todos los españoles empezando por su majestad el Rey don Juan Carlos I que la propició y la amparó, la responsabilidad de la tarea me corresponde. El éxito es de todos". El canciller alemán Helmut Kohl afirmó alegrarse especialmente de "recibir tan alta distinción" en el premio de Cooperación Internacional, en compañía de Adolfo Suárez.
Kohl se refirió al apoyo de España a la reunificación alemana y a la construcción europeo. "Queremos construir una casa europea sólida a prueba de inclemencias del tiempo, nuestros amigos americanos han de tener derecho de habitación permanente, no queremos una fortaleza, no eliminamos las fronteras internas para levantar murallas eternas".
Por último, intervino el príncipe don Felipe de Borbón, quien elogió a todos los premiados. De Montanelli y Marías dijo que "ambos representan las mejores virtudes de la comunicación humanística y periodística, el amor a la verdad, el esfuerzo tenaz para huir de la rutina y la superficialidad, el afán de independencia a costa de muchos sacrificios e incompresiones".
De Francisco Umbral, Felipe de Borbón destacó que su "escritura acerada y tierna a la vez, puede acariciar con su palabra nestras conciencias y puede fustigarlas como un latigo".
De Joaquín Rodijo afirmó que "pronunciar su nombre es invocar la música en estado puro", y de John Elliot, galardonado con el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, indicó que "pertenece a esa brillante pleyade de hispanistas que estudian a España porque la aman".
El Príncipe se refirió al cardiólogo Valentín Fuster afirmando que "en él vemos representados a otros científicos españoles, obligados a emigrar en busca de mejores medis para desarrollar su tarea. Valentín Fuster dejará una huella imborrable en el elenco de los investigadores de la ciencia española que encabeza Ramón y Cajal y Severo Ochoa".
Sobre Carl Lewis dijo que "su poderosa carrera es fruto de sus facultades personales, pero también de un esfuerzo tenaz de preparación y admirable disciplina".
En cuanto a Adolfo Suárez, Felipe de Borbón destacó que "cerró distancias y cicatrices y realizó desde su Gobierno la misión de devolver España a los españoles mediate el establecimiento de la democracia".
Sobre Helmut Kohl indicó que "su labor incansable en favor de la unión europea, su profundo interés por proporcionar a su país una nueva dimensión política y económica, hacen de él un punto de referencia inexcusable en este histórico proceso".
El príncipe ligó estas palabras con una referencia a la construcción europea. "Europa es una convicción de la que participamos y una esperanza por la que trabajamos", y apeló a la vocación y sentimiento europeísta delos pueblos de España desde los comienzos forjados con el Camino de Santiago.
Finalmente, Felipe de Borbón mostró su dolor por la muerte de los tres maristas en Zaire y dijo que "esperemos que la comunidad internacional tome las medidas necesarias para aliviar esta tragedia que lesiona la dignidad humana y los derechos fundamentales".
(SERVIMEDIA)
08 Nov 1996
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