La cita de ambos apenas duró unas horas, pero "Isabel rebosaba felicidad", según el comentario general de algunos invitados que también acudieron a la finca del propietario de "Don Algodón".

La distancia geográfica que la pareja más perseguida del país ha mantenido durante más de tres meses -Isabel se fue a ivir a Londres y el Príncipe se quedó en Madrid- no ha sido eficaz para romper un amor como éste porque, según la citada publicación, "parece que para Isabel su vida no tiene sentido sin don Felipe al lado".

Después del encuentro, Isabel organizó un almuerzo al día siguiente en la finca que su padre, el Marqués de Mariño, posee en Peraleda de la Mata (Cáceres), y al que asistieron un total de 40 invitados, entre los que ya no se encontraba don Felipe.

El Príncipe no pudo participar en este almuero debido a sus habituales compromisos y a sus deberes como estudiante, ya que los exámenes que le quedan para finalizar sus licenciaturas en Derecho y Económicas le exigieron concentrarse en el estudio.

Entre los invitados de Isabel se encontraban Pepe y Marta Barroso, Alvaro Milans del Bosch, el príncipe Kubrat de Bulgaria y su prometida Carla Royo-Villanova, Teresa de la Cierva, Luis Sartorius, el padre de Isabel, Vicente Sartorius, y su esposa, Nora de Liechtenstein, entre otros.

TRES AÑOS DE EPERA

Respecto al futuro de la pareja, la revista recuerda que Isabel, si no decide romper definitivamente sus relaciones, deberá esperar tres años más a que el Príncipe acabe su formación.

En los próximos tres años, Felipe de Borbón deberá realizar un master en la Universidad de Georgetown, en Washington, y ampliar sus estudios en otras universidades españolas, por lo que todavía tardará en incorporarse de lleno a las actividades públicas y oficiales

Por su parte, Isabel proseguirá con su trbajo en Londres, en la casa de subastas Christie's, donde trabaja en el departamento de prensa y publicaciones.