En un discurso pronunciado en el ayuntamiento pacense en su segundo día de visita a Extremadura, el Príncipe de Asturias aseguró que este acercamiento constituye "un buen ejemplo de la línea a seguir en vuestra importante aportación al futur europeo, trabajando por el progreso hispano-luso en el seno de la Unión Europea".

Por su parte, el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, expuso los logros conseguidos por la ciudad en los últimos años, así como los problemas a los que todavía se enfrenta, y subrayó que esta ciudad extremeña tiene la mirada puesta en la nueva Europa, "de la que no queremos sentirnos ajenos, aunque no olvidamos a nuestra comunidad autónoma ni los estrechos vínculos que tenemos con los vecinos y hermanos portugueses".

El ayuntamiento pacense obsequió al príncipe con una réplica de la Puerta de Palmas y con un facsímil de las ordenanzas que regían Badajoz en el siglo XVIII.

Posteriormente, tras reunirse con los portavoces municipales, quienes le agradecieron sus palabras acerca de Portugal, el Príncipe de Asturias se desplazó, entre las muestras de cariño de más de un millar de pacenses, al Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contermporáneo.

Una vez visitada esta institución, el príncipe firmó en su Librode Honor y felicitó a los responsables del museo "por enriquecer el patrimonio artístico de la región y de los países hermanos". Al salir del museo, entró en un bar, donde tomó un café en compañía del presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Inmediatamente después se dirigió a la Universidad de Badajoz, siendo recibido en el campus de la Facultad de Económicas y Empresariales por más de medio millar de estudiantes. Posteriormente visitó la biblioteca, donde firmó en el Libro de Honor y reibió una placa conmemorativa de la Facultad.

Acto seguido, mantuvo en la sala de profesores una reunión con representantes de todos los estamentos universitarios, quienes expusieron durante media hora las perspectivas de la institución.

Don Felipe se trasladó luego al acuartelamiento de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura 11 de la base General Menacho, ubicada en la localidad pacense de Botoa, donde fue recibido por el jefe del mando regional militar centro, teniente general Vicente Crvera, y por el general de división mecanizada Brunete, Juan García Martínez.

Una escuadra de banderas, gastadores y música compuesta por 90 soldados rindió honores al príncipe, quien posteriormente les pasó revista vestido de capitán de infantería.

Tras un almuerzo que se le ofreció en el mismo acuartelamiento, dio por concluida su visita a Badajoz.