Don Felipe llegó a León en helicóptero poco después de las doce del mediodía y se traladó a la sede de la Academia Básica, donde impuso condecoraciones al mérito aeronáutico a los dos números uno de la promoción de este año.

Posteriormente, el resto de las autoridades provinciales repartieron los despachos a los demás de los suboficiales de la academia y el coronel Agustín López procedió a la lección de clausura del curso.

El ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, y el presidente de la Junta de Castilla y León, José Lucas, asistieron posteriormente al tradicional homenajea los que dieron su vida por España, depositando una corona en el monumento que se encuentra en la plaza de armas de la misma base.

Más tarde se entonó el himno del Ejército del Aire y Don Felipe de Borbón ordenó romper filas por última vez a los sargentos de la promoción.

Por último, tuvo lugar el desfile aéreo de una cuadrilla de F-18 y a continuación otro desfile terrestre. Posteriormente el Príncipe de Asturias regresó a Madrid en un helicóptero de la Casa Real.