En la nueva instalación, que estará ubicada n terrenos del vertedero central de Asturias, serán tratados los desechos de quirófanos y laboratorios, así como los materiales usados en la realización de curas, vendas, jeringuillas, algodones, guantes, envases, etc.

Unicamente quedarán excluidos los restos radiactivos y los restos de origen humano, ya que ambos tienen otras vías de eliminación.

La capacidad del horno incinerador será de unos 500 kilos por hora, lo que permitirá, realizando dos turnos, eliminar 5.500 kilos cada día. De este mod, podrán ser quemados todos los residuos de origen hospitalario, que serán trasladados en vehículos especiales.

La incineración de los residuos se hará sin oxígeno y con temperaturas controladas de unos 700 grados, de manera que la mayor parte de los compuestos químicos y biológicos serán eliminados.

Por su parte, los gases producidos por la combustión serán quemados a temperaturas superiores a los mil grados y las cenizas enterradas.

Posteriormente, para eliminar cloruros, sulfuros y otros omponentes tóxicos que eventualmente pudieran transportar los gases de emisión, se efectuará con lavado de sosa. Los grandes cantidades de vapor que se produzcan serán utilizadas para limpiar camiones y contenedores.

El propio vertedero de residuos urbanos que actualmente funciona en la instalación será el encargado de producir el combustible utilizado para alimentar el incinerador.