Aunque no hay confirmación de la posible vía de contagio, es posible que no sea por ingesta de carne contaminada y que pudiera estar relacionada con la actividad laboral que la víctima desarrolló en un laboratorio de sanidad animal, aunque en la actualidad había abandonado este empleo.

Salgado manifestó en rueda de prensa que se trata por el momento de un "presunto" caso de la nueva variante, ya que los resultados de los estudios anatomopatológicos realizados a la víctima se enviarán el 1 de agosto al Centro de Referencia comunitario de Edimburgo para su análisis y para la confirmación diagnóstica definitiva, que se realizará en un plazo probablemente inferior a los 20 días.

La ministra aseguró que se trata de un caso "aislado" y agregó que el contagio se debió producir entre 1994 y 1999, puesto que se estima que el periodo de incubación es de entre 5 y 10 años hasta la aparición de síntomas.

CONTAGIO

Las investigaciones emprendidas por la Administración para averiguar el origen del contagio revelan que la mujer no viajó nunca a Reino Unido ni, al menos durante periodos prolongados de tiempo, al extranjero, pero sí que trabajó en un laboratorio de sanidad animal durante los años en los que previsiblemente se pudo producir el contagio, por lo que no se descarta que éste se produjera por una vía distinta a la ingestión de carne afectada.

En este sentido, Manuel Lamela explicó que los científicos mantienen todavía dudas sobre las posibles vías de contagio del denominado "mal de la vacas locas".

Asimismo, tanto la ministra como el consejero señalaron que no consta en el historial epidemiológico de la víctima que se sometiera a transfusiones.

La mujer comenzó a manifestar los primeros síntomas en noviembre de 2004. En abril de 2005 se le realizó un diagnóstico clínico, pero no confirmaba que sufriera la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

Fue el 5 de mayo cuando el Hospital de Móstoles confirmó esa probabilidad. Cuando falleció el pasado día 10, la paciente llevaba 10 días ingresada en la Fundación Hospital Alcorcón, donde murió.

Las muestras, que arrojan un resultado concluyente, según el informe remitido por la Unidad de referencia de Anatomopatología nacional, se realizaron también en el Hospital de Alcorcón.

La Comunidad de Madrid, desde los primeros indicios del presunto caso, mantuvo informadas en todo momento a las autoridades sanitarias del Ministerio de Sanidad y Consumo, según mantiene este departamento.

Elena Salgado apuntó que la detección y comunicación de este caso se realizó de forma rápida, debido a la existencia de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica en relación con las encefalopatías espongiformes transmisibles humanas, regulada mediante una orden ministerial de febrero de 2001, que implica a todos los médicos, tanto del sector público como del privado, a los responsables de las Comunidades Autónomas y a la Administración General del Estado.

La ministra aseguró que en España los controles son "incluso" más exhaustivos que en la UE, aunque la víctima debió contagiarse antes de que se establecieran estas medidas.

ENFERMEDAD DE CREUTZFELDT-JAKOB

Existen cuatro tipos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob: esporádica, familiar, iatrogénica y variante. Del primero de ellos se han producido hasta el momento en España 558 casos; de la segunda (adquirida por antecedentes familiares), 29 casos, y de la tercera (adquirida por implante de tejidos nerviosos o iatrogénica) 5 casos. Todos ellos se han detectado en España.

El cuarto tipo, que fue definido en 1996 a raíz de la situación producida en el Reino Unido, no había afectado a ninguna persona en nuestro país hasta el caso comunicado hoy. Esta cuarta modalidad de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se atribuye al contagio a través del consumo de productos de animales ricos en tejido nervioso que, a su vez, han consumido pienso de origen animal contagiado con priones.

Por ello, desde el primer momento, se localizaron y prohibieron los piensos de origen animal o con proteínas animales, se estableció el sistema de eliminación de animales infectados, se fijaron las partes cárnicas que no podían destinarse a consumo humano y se estableció un certificado veterinario para todas las explotaciones ganaderas que introdujera las máximas garantías antes incluso de que los animales llegaran a los mataderos.

Estas medidas de prevención y control, que siguen vigentes, garantizan que la carne que se consume en nuestro país reúne todos los requisitos de seguridad, según la titular del departamento de Sanidad y Consumo.

VACAS AFECTADAS

En lo que respecta a la encefalopatía espongiforme bovina, en España se diagnosticaron en el año 2000 los dos primeros casos de vacas afectadas. En el año 2001 se detectaron 82 casos y otros 127 en el año 2002. El máximo número de casos se produjo en el año 2003, con 167, con una disminución progresiva durante 2004 (137) y 2005 (52 hasta el mes de julio).

El total de vacas afectadas en nuestro país hasta el momento asciende a 567 y ninguna de estas reses ha pasado a la cadena alimenticia.

De confirmarse definitivamente el diagnóstico, España se añadiría a los países que han registrado hasta el momento casos de la nueva variante de la enfermedad: Reino Unido (157 casos y 150 fallecidos), Francia (13 casos y 9 fallecidos), Irlanda (2 fallecidos), Estados Unidos (1 fallecido), Canadá (1 fallecido), Arabia Saudí (1 fallecido), Japón (1 fallecido), Holanda (1 fallecido) e Italia (1 fallecido). En Portugal se ha detectado un posible caso no fallecido.

Si se examina la secuencia temporal de los casos en el Reino Unido, principal país afectado, se observa una disminución del número de personas afectadas en los últimos años. Si en el año 2000 se detectaron un total de 28 casos, esta cifra ha descendido a 9 en el año 2004 y sólo 3 hasta mediados de 2005.