El acuerdo, que se refiere a principios de respeto a la legalidad internacional, de igualdad soberana entre las partes, no intervención en los asuntos internos, abstención de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza o arreglo pacífico de controversias, también incluye un apartado dedicado al respeto a los derechos humanos.

"Las altas partes contratantes respetarán los derehos humanos y libertades fundamentales, incluyendo la libertad de pensamiento, conciencia, religión o creencia, sin distinción por motivo de razas, sexo, idioma o religión", según el documento.

Asimismo, el tratado recoge que las partes promoverán "todas las acciones encaminadas a crear un espacio común cultural, inspirándose en sus tradicionales vínculos históricos y humanos que encontrará en los principios de tolerancia, convivencia y respeto mutuo, la guía que permitirá tejer un sólido y fructíferopatrimonio común".