Ambas organizaciones decidieron crear este hábitat artificial para frenar la devastación que ha sufrido esa especie animal en las últimas décadas, debido, sobre todo, a la mecanización de las labores agrícolas y ganaderas.

Actualmente, sólo quedan unos 20.000 borricos en territorio español, el 10 por ciento de los que había hace 40 años, según el censo de Sanidad animal.

Razas autóctnas, como la andaluza, cordobesa, catalana o aragonesa-leonesa, apenas alcanzan el centenar de cabezas cada una en sus respectivos territorios.

La reserva creada ahora en Málaga cuenta con más de 2.000 hectáreas y el fin último es convertirla en una estación etológica que estudie el comportamiento de los individuos de esta especie animal, tarea que ya desempeñan otros centros similares existentes en Suiza y Gran Bretaña.

SOLO CINCO BURROS

Pese a que en la reserva hay suficiente pasto para garanizar la supervivencia de cien asnos, de momento sólo hay cinco ejemplares, incluidas dos hembras preñadas, que fueron adquiridos en distintos puntos de Andalucía tras comprobar que sufrían malos tratos.

Los burros, que en un principio practicarán una vida libre, sin ser utilizados como animales de carga, incidirán positívamente en la recuperación ecológica de El Torcal, una zona esquilmada por el pastoreo masivo de cabras y ovejas, en opinión de los autores de esta iniciativa conservacionista.

LaSierra de El Torcal, caracterizada por continuos montículos rocosos, que guarda uno de los fenómenos geológicos más interesantes de España, es, por su complejidad morfológica, un lugar ideal, a juicio de los especialistas, para la estancia y conservación de esta especie asnal.