Durante la presentación en Madrid del informe "Inmigración y mercado de trabajo 2009", la secretaria de Estado recordó que en todo el año 2007 se concedieron 178.340 de estos permisos, y 136.604 en 2008.

Esto supone, por lo tanto, que en el ejercicio de 2008 ya se produjo una reducción de más de 40.000 de estas concesiones. La cifra del primer trimestre de 2009 (6.946) no incluye, sin embargo, a los trabajadores de temporada.

Rumí destacó que en lo que va de año "se han seguido demandando trabajadores extranjeros" en el país aunque "en una menor medida", con lo que, "pese a las circunstancias, sigue habiendo demanda de empleo incluso en trabajos de baja cualificación".

Personal de vigilancia, de almacén, porteros, dependencia y geriatría, empleados domésticos, electricidad, montaje electrónico, informática y energías renovables son algunos de los sectores a los que se refirió la secretaria de Estado.

MÁS FORMACIÓN

Por otra parte, avisó de que "cuando España recupere el ritmo de crecimiento volverá a necesitar extranjeros de media y baja cualificación", con lo que animó a difundir información para acercar a los inmigrantes el acceso a la Formación Profesional y ocupacional. "De ahí es de donde vendrá la recolocación", subrayó.

En cuanto a las políticas de retorno, la secretaria de Estado hizo hincapié en que "no serán nunca un mecanismo para resolver la crisis", y en que "sólo se recurre a la contratación en origen cuando la demanda interna no pueda ser atendida".

Recordó también que el Ministerio de Trabajo e Inmigración sigue trabajando en la elaboración de la Estrategia Nacional contra el Racismo y la Xenofobia.

Este informe es el primero de la colección del Observatorio Permanente de la Inmigración del Ministerio de Trabajo que se centra en el primer año de la crisis.

Según el autor del estudio, el sociólogo Miguel Pajares, la mayor movilidad tanto laboral como geográfica de los trabajadores inmigrantes (tres veces mayor que la del resto) facilitará la lucha contra el desempleo del colectivo.

Este experto se refirió a los datos de desempleo relativos al último trimestre de 2008, cuando 900.000 españoles y 400.000 extranjeros engrosaban estas listas, y lamentó la falta de estadísticas "fiables" en España para contabilizar las cifras del retorno real de inmigrantes a sus países de origen.