El menor sometido al trasplante cardiaco, que tiene ahora 19 meses, se encuentra estable, con evolución favorable y ya ha pasado a planta de hospitalización tras abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.

Los cirujanos cardiovasculares que participaron en la intervención quirúrgica han señalado que las 24 horas posteriores al implante fueron decisivas y complicadas, pero la recuperación en los siguientes días fue muy satisfactoria, de manera que pronto se encontró en condiciones de salir de la UCI Pediátrica y pasar a planta.

El niño se alimenta ya por boca y se espera que, si todo va bien, pueda recibir el alta médica próximamente, según informa la Junta de Andalucía.

El padre del menor, Juan Carlos Maestre, agradeció el gesto solidario a la familia del donante, a los profesionales del hospital y animó a la población a decir sí a este gesto altruista que salva vidas. El niño "se encuentra bastante bien, después de estar entre la vida y la muerte", explicó, y añadió que "está igual que cuando tenía 17 meses, con las mismas ganas de comer, de jugar y de vivir".

NUEVE HORAS DE INTERVENCIÓN

La operación que permitió el implante del nuevo corazón se prolongó por un periodo de nueve horas y en ella participaron más de treinta especialistas, entre cirujanos cardiovasculares, anestesistas, perfusionistas, instrumentistas, facultativos y otros profesionales de la UCI Infantil y personal auxiliar.

Respecto a la técnica empleada, se recurrió a la misma que en el resto de los trasplantes cardiacos, aunque entrañó más dificultad que lo habitual a causa, entre otros motivos, de la adherencia que había desarrollado el sistema de asistencia ventricular que había funcionado en lugar del corazón del paciente durante mes y medio.

El niño trasplantado fue remitido al Hospital Reina Sofía el pasado 7 de mayo ante la sospecha de que padecía una anomalía congénita de las arterias coronarias. El Servicio de Cardiología del hospital cordobés confirmó que padecía un origen anómalo de la arteria coronaria izquierda, una cardiopatía congénita severa.

El menor se sometió el 13 de mayo a una intervención quirúrgica para tratar de reparar esta malformación, una cirugía correctora de su cardiopatía que consiste en el reimplante de la coronaria izquierda en la aorta.

Tras la operación, los especialistas estimaron necesario usar un sistema de asistencia ventricular (comúnmente conocido como corazón artificial), que hiciera las veces de su corazón hasta que éste pudiera recuperar su función. No obstante, el corazón del pequeño no respondió como se esperaba y el niño entró en la lista de espera para trasplante cardiaco.