Jettou hizo estas manifestaciones en una rueda de prensa celebrada en el Palacio de La Moncloa tras reunirse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, lejos de transmitir sensación de malestar por lo sucedido, abogó por retomar las relaciones por otras vías.

Zapatero explicó que "tenemos que hacer los viajes a través de lo que representa ese cauce de diálogo que el Gobierno de España ofrece y puede garantizar con el Gobierno marroquí", en alusión a la próxima visita de una delegación parlamentaria de las Cortes invitada por el Parlamento de Rabat.

Tanto el presidente español como su homólogo marroquí tuvieron especial cuidado en no inmiscuirse en el programa de la visita de delegación española, porque ambos parlamentos son soberanos en sus tomas de decisiones.

Sin embargo, Zapatero se mostró convencido de que esos viajes se pueden realizar con normalidad si son preparados con antelación, en una clara referencia a que los parlamentarios autonómicos rechazados en El Aiún no habían contactado con las autoridades marroquíes.

"ACUERDO DE FONDO"

Al mismo tiempo, el jefe del Gobierno español aseguró que lo que hay que hacer en lo relativo al Sáhara "es ganar tiempo y encontrar un acuerdo de fondo en el marco de Naciones Unidas".

Por su parte, Jettou aseguró que los acontecimientos del Aiún "han sido amplificados y preparados" para dar una imagen negativa del Gobierno marroquí en la antigua colonia española. Destacó, a este respecto, que "muchos periodistas que están en la región han podido visitar" el Sáhara sin problemas.

"Pero somos un estado soberano", añadió, "y no podemos aceptar los hechos consumados, en particular, cuando se trata de personas conocidas por su hostilidad hacia Marruecos, sus instituciones y su integridad territorial".

Insistió en que como ocurre en todas partes del mundo "este tipo de visitas se preparaba con antelación", como están haciendo las Cortes españolas y el Parlamento marroquí para esas próximas visitas de alto nivel.

INMIGRACIÓN

La cita de Zapatero y Jettou en Moncloa tenía como objetopreparar una próxima reunión de alto nivel, que se celebrará en septiembre en una ciudad española todavía por decidir.

Asimismo, los dos jefes de Gobierno hicieron hincapié en que el problema de la inmigración entre ambos países ha logrado una sustancial mejora en los primeros meses de 2005, con una reducción del 20 por ciento de afluencia de inmigrantes ilegales a la Península, porcentaje que se incrementa hasta el 40 por ciento si se limita solo a Canarias.

Además, Jettou pidió comprensión a España y al resto de países europeos con el fenómeno migratorio, porque África está pasando una fuerte hambruna debido a la sequía que afecta a una amplia extensión de este continente. Esta reflexión fue compartida por Zapatero, quien asintió con la cabeza mientras el primer ministro marroquí pronunciaba estas palabras.