Caballero declaró a Servimedia que Almunia ha tenido con esta decisión un "gesto de sinceridad hacia el partido", y es falso que haya querido coartar la libertad de elección de los militantes, como sostiene Borrell.

A su juicio, quienes han criticado a Almunia parecen olvidar que en el PSOE existe una tradición histórica, según la cual el secretario general ha tenido siempre todo el apoyo no sólo paa ocupar este cargo, sino también para ser candidato a jefe del Ejecutivo.

"Si yo fuera el candidato a presidente y no tuviera el respaldo de las bases del partido, no tendría sentido que yo siguiera siendo el secretario general del PSOE", opinó Caballero.

En su opinión, la actitud de Almunia no es trasladable al resto de estructuras de la organización, por lo que los dirigentes territoriales no deberían tener ningún temor al respecto.

Caballero consideró que el proceso de primarias abierto n el PSOE ha empezado a dar sus buenos frutos y hay que seguir apoyándolo, "porque gusta a los ciudadanos, aunque menos a los aparatos de los partidos".