Para Borrell, el mero hecho de celebrar estas eleccions es "un gran estímulo" para el partido, que de este modo da muestras de su talante democrático y su unidad, de sus métodos transparentes de funcionamiento y de su capacidad para seguir trabajando por una causa común, sea quien sea finalmente el candidato.

En su artículo, califica a su contrincante, Joaquín Almunia, como "un excelente secretario general", pero puntualiza que este proceso servirá para "elegir al mejor candidato para llevar al partido a la victoria".

Ambos candidatos han aprovechad la publicación de "El Socialista", que llega a todos los afiliados, para transmitir sus posiciones a la militancia socialista, en lugar de enviar una carta personalizada a cada uno de ellos.

En su artículo, Borrell exhibe sus méritos. Destaca que es un hombre del partido que ha militado la mitad de su vida en el PSOE, recuerda a sus correligionarios que se ha enfrentado "a poderosos intereses económicos en defensa de una política fiscal justa y progresiva", que ha hecho una política de "reequilibrio erritorial" en infraestructuras y que ha participado activamente en la vida del partido.

Se compromete a trabajar "con ilusión y empuje" y "defender el programa que el partido apruebe en su momento", a la vez que propondrá que el eje central del proyecto socialista sea el empleo y el desarrollo sostenible, así como la reducción de desigualdades sociales.

Para que no haya ninguna duda, el ex ministro socialista deja claro que la decisión de los militantes es soberana y que el mejor candidato será el que los militantes de este partido decidan".

Borrell dedica además una parte de su artículo a definir la causa común de la izquierda, que, según dice, "se basa en la creencia de que, además de competir en el mercado, los hombres y las mujeres deben cooperar y que sólo una acción colectiva, políticamente organizada, puede corregir las desigualdades que el mercado crea y que no se justifican socialmente por las diferencias innatas entre los seres humanos".

Defiende, por tanto, las libertades, laigualdad entre sexos, los impuestos proporcionales, el mantenimiento de servicios públicos a los que tengan acceso todos los ciudadanos, la reducción de la jornada laboral y el sistema público de pensiones. Por todo ello, se declara dispuesto a trabajar "desde el lugar que me asignen los militantes socialistas".