Para ello, los socialistas elegirán el próximo día 24 a su candidato, que será "el mejor, sea cual sea" y contará con el "cien por cien" del apoyo del partido. "A eso me comprometo si no soy yo", aseguró antes de añadir que, si resulta vencedor, "me sentiré muy honrado y creo que tendremos más posibilidades de ganar las elecciones".

Durante un acto organzado por la Fundación "Alternativas", Borrel expresó también su deseo de ue estas primarias, primer paso de otras que vendrán, sirvan para construir un "mapa ideológico" con el que los ciudadanos puedan conocer las "distintas sensibilidades" que coexisten en el partido.

Aunque tanto él como Joaquín Almunia pertenezcan a la misma Ejecutiva, reiteró que ambos tienen sensibilidades diferentes que se corresponden con soluciones distintas a los problemas de la sociedad. Los ciudadanos deben conocerlas sin "referencias opacas" como las utilizadas en otras épocas, que deben ser aandonadas por haber nacido "al calor de enfrentamientos pasados".

Tal y como hiciera esta mañana en un acto con mujeres y jóvenes, abogó por un "nuevo impulso ético" en la vida política y advirtió que los socialistas "no podemos seguir aceptando" reproches como el lanzado por el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos. "Ideas sí tenemos y ganas de debatirlas, también", aseguró.

Borrell agradeció expresamente la asistencia al acto del presidente del partido, Ramón Rubial, cuy presencia interpretó como una "muestra de la unidad del partido, que no se verá debilitada, sino todo lo contrario" tras la celebración de las primarias.

"UN CHICO MUY ARRIESGADO"

En este sentido, y ante la posibilidad de su victoria en las primarias, garantizó que sería Joaquín Almunia quien "me integrara", ya que el candidato a presidente del Gobierno se pondría "a disposición" del secretario general.

Tras comentar que en determinadas cosas "Felipe González y yo pensamos lo mismo", rechazó l visión de quienes piensan en él como "un chico arriesgado" y creen que el "cambio tranquilo está en otra parte". "El cambio puede ser tan tranquilo que no haya cambio", advirtió.

Borrell recordó también que el presidente de Castilla La Mancha, José Bono, "reconoció" en la última reunión de la Ejecutiva que sus declaraciones sobre la posible derrota de Almunia fueron "desafortunadas", por lo que "pidió disculpas". "Su actitud merece que se las concedamos", explicó.

El precandidato socialista se cmprometió a poner "la misma voluntad, el mismo esfuerzo, y la misma tenacidad" en la creación de empleo que la puesta por los anteriores gobiernos para llegar a la moneda única europea. "Si fuera presidente del Gobierno", concluyó, "me comprometo a ello, con el esfuerzo de todos".