En su intervención ante la Ejecutiva socialista tras su derrota de ayer en las primarias, Almunia expresó su dificultad para separar su "condición política" de su "condición humana", a la vez que pso su cargo a disposición del órgano de dirección, como había prometido al inicio del proceso electoral hace más de un mes.

El primero en responderle fue su contrincante victorioso, José Borrell, quién le pidió "con toda la fuerza y toda la energía de que es capaz, que siga", gesto que Almunia le agradeció como muestra de la amistad y compañerismo que une a ambos dirigentes socialistas.

Tras él, la totalidad de los miembros de la Ejecutiva, a excepción de su presidente, Ramón Rubial, interviniero sobre este asunto pidiendo a Almunia que no abandone su puesto o, en su defecto, que aplace su decisión definitiva hasta la celebración del Comité Federal del próximo día 9 de mayo, en el que se discutirá su informe político y se diseñará la estrategia del partido hasta las próximas elecciones.

Almunia agradeció a todos sus muestras de cariño, se declaró un político coherente y advirtió que únicamente doblegará su voluntad de abandonar la Secretaría General el convencimiento de que los militantes quehan participado en las primarias desean su continuidad.

"Me creo en la obligación de presentar mi dimisión. Sé que las primarias se han hecho para elegir candidato, pero me es muy difícil aislar su resultado de las repercusiones sobre la vida interna del partido. Soy un político de convicciones y soy incapaz de separar mi condición humana de mi condición política, pero también soy una persona que quiere a su partido, que cree en el PSOE y que quiere derrotar a la derecha apoyando un proyecto progresisa que encabezará José Borrell", aseguró.

Para tomar su decisión final el próximo día 9 oirá "con atención y cariño" lo que tengan que decirle los miembros del Comité Federal, pero, lo verdaderamente decisivo, será la opinión de los afiliados que le llegará directamente, a través de la estructura del partido y de las opiniones que viertan en los medios de comunicación a los que estará "muy atento" en los próximos días.

Sólo un apoyo entusiasta de las mismas bases que han decidido desbancarle en lalucha por representar al Partido Socialista en las próximas elecciones generales puede hacerle revocar su decisión inicial de dimitir.

Con la voz algo recuperada respecto a ayer, Almunia sentenció que su postura definitiva dependerá de dos voluntades, "de la mía personal y de la de todos los miembros de mi partido".

Por su parte, Borrell abandonó a pie la sede del PSOE en la calle Ferraz negándose a hacer declaración alguna a los medios de comunicación. El que será candidato del PSOE en las próxias elecciones generales ofrecerá una rueda de prensa mañana domingo.