Teniendo en cuenta las compensaciones del contrato programa y las aportaciones del Estado al servicio de tenes regionales y cercanías, que ascenderán a 221.292 millones de pesetas, el déficit de gestión se situará en 1992 en 57.263 millones de pesetas, 3.502 millones más que el ejercicio anterior.

Estos resultados son consecuencia de unos ingresos previstos de 421.649 millones de pesetas y unos gastos de 478.912 millones. Los ingresos por viajeros ascenderán a 140.011 millones de pesetas, frente a los 118.921 del año pasado, destacando el importante aumento previsto en cercanías, del 26,1 por ciento, hast alcanzar los 22.808 millones de pesetas.

Los ingresos por transporte de viajeros de trenes regionales ascenderán a 8.570 millones, un 4,2 por ciento más que en 1991; los de largo recorrido a 54.034 millones, frente a los 52.400 millones de 1991, y los provenientes del tren de alta velocidad AVE a 11.389 millones de pesetas. Está previsto que el AVE transporte a 1,5 millones de viajeros en 1992 y 3,7 millones el año que viene.

En 1993, las previsiones de ingresos por viajeros recogidas en el plande empresa de la compañía ferroviaria son de 57.269 millones por largo recorrido, 27.745 por cercanías, 19.710 por el tren de alta velocidad y 8.835 millones por trenes regionales.

En cuanto a las mercancías, Renfe prevé ingresar por este servicio un total de 58.493 millones de pesetas en 1992, 1.522 millones más que el año pasado.

REDUCCION DE PLANTILLA

Respecto a la reducción de plantilla, el plan prevé una reducción mínima de 1.600 empleos durante 1992 y 1993, que se cubrirán con las jubilacones naturales y los trabajadores con incapacidad laboral.

Mercé Sala aseguró que las posibles reducciones que puedan darse para adecuar la oferta a la demanda no se realizarán con medidas traumáticas y se llevarán a cabo a través de jubilaciones anticipadas y bajas voluntarias incentivadas.

La responsable de Renfe destacó la importancia de la negociación con los sindicatos y aseguró que todas las medidas laborales que supongan un cambio de las condiciones de trabajo serán pactadas y discutidas cn los representantes de los trabajadores.

Según Sala, el objetivo del Plan de Empresa 1992-93 de Renfe es potenciar la explotación de los servicios rentables o potencialmente rentables y abandonar paulatinamente los productos o servicios en los que la competitividad del tren es muy débil.

En este sentido, Renfe centrará sus esfuerzos en los próximos dos años en el AVE; las cercanías, donde aumentarán la frecuencia de los trenes en las líneas y horas más demandadas, y largo recorrido, servicio en l que aumentarán las plazas de calidad en las líneas más importantes.

Los trenes regionales serán los menos beneficiados por este plan, ya que, "el futuro de este tráfico está asociado al interés que presente para los gestores públicos en sus respectivos ámbitos territoriales".

La presidenta de Renfe insistió en que la competencia de cerrar o construir líneas es del Ministerio de Obras Públicas y no de la compañía ferroviaria y aseguró que los cambios de horarios o frecuencias que se realicen en os trenes regionales se negociarán con las comunidades autónomas.

No obstante, advirtió que "lo que se haga con los trenes regionales por razones de imagen o de reequilibrio territorial necesita una compensación económica". A su juicio, sería importante buscar acuerdos con otros medios de transporte públicos en aquellos lugares en los que el tren no es rentable para asegurar el transporte de viajeros en horas punta.

La compañía ferroviaria reducirá también los tráficos de mercancías y pondrá fin l transporte del vagón disperso, es decir, el cargado en múltiples orígenes por diversos clientes y varios destinos, como consecuencia de su elevado coste.