A través de Piqué, el Gobierno expresó hoy, tras la reunión del Consejo de Ministros, su voluntad de "mantener los acuerdos que suscribió en su momento" con sus socios parlamentarios y evitar que los encontronazos vuevan a repetirse.

El portavoz reconocó que con CiU se han producido "desencuentros concretos más explícitos" que los ocurridos con el PNV, "que al final se han podido reconducir y han motivado un acuerdo global que no afectará a las grandes cifras del Presupuesto y que, en ningún caso, pueden atribuirse a descoordinaciones internas en el seno del Gobierno".

A su juicio, estas discrepancias sólo pueden atribuirse a "interpretaciones distintas de CiU a lo que, desde el punto de vista del Gobierno, s acordó en cuanto al montante global de inversiones en Cataluña y su distribución por proyectos".

El portavoz del Gobierno advirtió de que "siempre en las últimas horas del debate presupuestario surgen pequeñas tensiones y problemas que forman parte de la normalidad", por lo que consideró "lo más detacable" que la Ley de Presupuestos y la ley de Acompañamiento han conseguido el respaldo mayoritario de la Cámara.

Puntualizó también que los apoyos recibidos por el Ejecutivo en esta ocasión han sidolos mismos que el Gobierno ha venido teniendo en los últimos dos años y medio para garantizar la gobernabilidad.

Piqué desligó la posición contraria al Gobierno del PNV de las últimas semanas del debate presupuestario, y atribuyó las discrepancias del Ejecutivo con los nacionalistas vascos al deseo de éstos de "marcar ciertas distancias" con el Gobierno central.

"Afortunamente esto se ha recompuesto", dijo el ministro, quien expresó del deseo del Gobierno de que "el PNV siga asegurando su apoyo ala gobernabilidad".