El motivo de esta advertencia al Ministeri de Hacienda para que cumpla lo pactado, es, según Espinar, que "el anterior acuerdo de financiación no se ha cumplido como quisiéramos, por lo que nuestra postura hacia este departamento es de entusiasmo indescriptible", dijo irónicamente.

Según el nuevo sistema, la CAM obtendrá más de 16.000 millones de pesetas de financiación adicional, cantidad con la que el Gobierno regional mejorará los servicos que presta a los ciudadanos, indicó el consejero.

Además de disponer de más fondos cedidos por e Estado que en pasadas ocasiones, el acuerdo prevé también la corresponsabilidad fiscal.

En este apartado, la CAM tiene especial interés en que Hacienda aplique lo firmado. Si se cumplen los plazos, antes del 30 de junio una comisión técnica dictaminará cómo participan las comunidades autónomas en la recaudación del IRPF, sistema que entrará en vigor el 1 de enero de 1993.

Los datos ofrecidos por la CAM señalan también que mientras la media de aumento en la aportación del Estado a todas las CCAA s de un 6,11 por ciento, la CAM percibe 5 puntos más, es decir, un 11 por ciento.

El acuerdo, calificado por Espinar de "razonable" para la región, tiene la virtualidad de cambiar subvenciones por tributos cedibles, señaló el consejero.

PRESUPUESTOS DEL 92

Por otro lado, anunció que el crecimiento de los presupuestos de la CAM para 1992, que serán presentados en la Asamblea regional antes del 15 de febrero, estarán, por primera vez, "por debajo de la previsión del IPC".

Para su elaboración el Consejo de Gobierno mantendrá distintos encuentros con representantes de los movimientos sociales y de IU, con el fin de consensuarlos, precisó el titular de Hacienda.

A pesar de que no superarán la inflación, la CAM, con estos presupuestos, mantendrá para el año en curso los servicios que en la actualidad presta, haciendo hincapié en las políticas de transporte y vivienda y en los actos del Madrid Cultural.

Todas estas previsiones del Gobierno regional han de casarse adecuadamente con el manenimiento de un endeudamiento razonable, concluyó Espinar.