Estas cuatro medidas son el `eje' de la enmienda a la totalidad del Grupo Popular al Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1995, defendida por Aznar. En su opinión, el Ejecutivo socialista debería sentir "verguenza" porque llea cuatro años alejando la economía española de las europeas.

El líder del PP reprochó a Felipe González que rechazara el pacto presupuestario que le propuso, para unirse a CiU. "La recuperación de la economía europea brinda una ocasión excelente para España que estos presupuestos, lejos de aprovechar, malversan", dijo.

A su juicio, los españoles pagamos "demasiados impuestos" y lo primero que quiere el PP es una reducción de la presión fiscal. Recordó que González se comprometió a congelar los imuestos en la campaña electoral de 1993, pero no ha cumplido. Por contra, los ha aumentado, dijo, "para salir del paso, para eludir esfuerzos desagradables, para no perturbar su estancia en el Consejo de Ministros. Son unos Presupuestos al servicio de intereses particulares. No se han elaborado pensando en los intereses generales de España".

Aznar propuso bajar el IRPF no sólo para descontar la inflación sino para compensar los efectos negativos en empleo e inversión. Hay que "revisar" las ganancias decapital, propuso, suprimir el doble gravamen en el Impuesto de Sociedades y reformar la tributación de familias y empresas.

Más en concreto, en el Impuesto de Sociedades "urge", advirtió, descontar el efecto de la inflación en la base imponible y el gravamen de las plusvalías, "sin por ello relajar la lucha contra el fraude".

Subir el IVA, como quieren hacer PSOE y CiU, es correr un "riesgo cierto" de fomentar la inflación en torno a un punto más de IPC para 1995, cree el PP.

El presidente dl PP calificó de "inútil" la rebaja de cuotas a la Seguridad Social de empresarios y trabajadores, porque se plantea aparte de una reforma global del sistema y como "pretexto" para elevar IVA. No va a crear empleo, dijo. "Ese punto reducido para 1994 resulta ridículo, en especial cuando, desde 1992 hasta hoy, las cotizaciones se han incrementado en dos puntos".

AMBIENTE DE "CORRUPTELAS Y PELOTAZOS"

Por otro lado, José María Aznar opinó que el gasto público y la deuda acumulada están fuera de control Para combatir ambos factores, el PP propone mayores medidas de control, puesto que los españoles tienen derecho a saber que que los Presupuestos "son realmentelos que se cumplen".

"Hundido este Gobierno en una resignación fatalista ante el descontrol y el despilfarro en el gasto público, mantiene un elevadísimo déficit en la ingenua creencia que la mejoría económica lo reducirá por si misma", añadió.

Y todo esto, prosiguió, en un ambiente de "corruptelas, pelotazos, ingenierías financieras, que o son más que vulgares estafas, amenazas de chantajes a las instituciones en un ambiente que se hace más irrespirable cada día".

"Mal se encuentra un país en que el responsable del dinero se encuentra entre los guardias y el responsable de los guardias se escapa con el dinero", afirmó y quien pretende decir que eso no afecta a la economía "se engaña o pretende engañarnos".

La credibilidad, comentó, no se recupera diciendo, como Felipe González, que se ha acabado la `cultura del pelotazo'. "La creibilidad se gana descubriendo las raíces del mal, dando ejemplo, y afrontando las responsabilidades que a cada cual correspondan. Lo contrario, además de mantener un clima de desconfianza permanente, solo sirve para cargar con más lastre las posibilidades de nuestra economía productiva".

"Por desgracia para ustedes", concluyó Aznar, "en esto, como en todo lo que he señalado anteriormente, parece que la regla más segura es no hacer nada. Cuando hay crisis porque hay que esperar a que escampe; cuando aprece la recuperación, porque ya resolverá ésta los problemas; cuando estallan los escándalos, porque, como alguién les ha sugerido, es preferible eso de `Aquí todos impertérritos' para evitar que el tinglado de la farsa, lo único importante para ustedes, se desmorone", concluyó en referencia las palabras de Miquel Roca a los socialistas, a propósito del "caso De la Rosa"