Ambos coincidieron en que la reunión de hoy, la primera en la que oficialmente comienzan a negociar los Presupuestos, ha sido positiva y en que hay bases para el acuerdo. No obstante, según Mas, las negociaciones se prolongarán incluso hasta la primera mitad de septiembre.

CiU condicionará su apoyo al proyecto de Preupuestos al compromiso de que se acometan grandes obras de infraestructuras en la comunidad catalana que, como destacó el consejero, no sólo beneficiará a esta autonomía, sino a España en su conjunto. A su juicio, la respuesta inicial de Rato a estos proyectos ha sido "positiva".

Estas obras, que no han sido cuantificadas, se refieren al construcción del tendido del tren de alta velocidad en Cataluña, a la ampliación del puerto de Barcelona, a la mejora del aeropuerto del Prat, al desvío del río Franclí y la construcción del canal Segarra-Garrigues.

El ministro, por su parte, insistió en que hay acuerdo con sus socios catalanes sobre la necesidad de profundizar la reducción del déficit público, la consolidación de la recuperación económica y la creación de empleo.

Recordó, además, que por primera vez no habrá déficit en la Seguridad Social. Anunció un incremento en las políticas activas de empleo que incluirá incentivos para la contratación de parados de larga duración. Otro objetivo prioritaio será la profesionalización de las Fuerzas Armadas.

Mas declaró que "no debe extrañar a nadie" que CiU esté dispuesta a apoyar el proyecto de Presupuestos del Gobierno del PP, puesto que su política económica está propiciando tanto la reactivación de la actividad como la creación de empleo.

Reiteró que en el 2000 darán nuevamente su apoyo al proyecto si éste preserva estos principios. Asimismo, el consejero se quejó, en alusión al anterior gobierno del PSOE, de que "desgraciadamente, demasiadasveces se tuvo pereza para invertir en Cataluña".

El representante de la Generalitat dejó claro que en las negociaciones que hoy se iniciaron no se abordarán reinvidaciones de los nacionalistas catalanes referidas al déficit fiscal, la financiación autonómica o la gestión de impuestos, que se tratarán en la próxima legislatura.