El presupuesto, calificado por Arroyo como "equilibrado", crece un 10 por ciento respecto al de 1992, salvo en la partida de servicios para afiliados, que aumenta en un 13,43 por ciento y acapara casi la mitad del incremento previsto para el próximo ejercicio.

Según explicó l presidente del Consejo General de la ONCE, los ingresos al margen de la venta del cupón prodecen de la explotación del patrimonio de la organización y de sus ingresos financieros.

El mayor capítulo de gastos previsto es el derivado del sorteo del cupón, con 307.083 millones de pesetas, de los que 177.608 corresponden a premios, 117.638 a retribuciones y comisiones de los vendedores (incluido gastos de Seguridad Social) y 11.837 a gastos de producción y comercialización.

José María Arroyo indicóque la ONCE destinará a servicios y prestaciones sociales 55.088 millones de pesetas, a infraestructura y amortización 12.838 millones y a gastos de gestión de órganos de representatividad y participación 2.481 millones.

"La filosofía de estos presupuestos", explicó Arroyo, "es continuar avanzando en el desarrollo de la prestación de servicios sociales, ya que es el fin que justifica la existencia de la ONCE, y tratar de contener los gastos corrientes".

La ONCE prevé incorporar este año a 300 nueos vendedores a su plantilla actual, que está formada por 21.000 personas, de las que 9.500 son minusválidas físicas.

CONSOLIDACION DE LAS INVERSIONES

El presidente del Consejo General aseguró que la institución que preside no acometerá nuevas inversiones en 1993 y su política en este terreno estará marcada por la consolidación de las inversiones ya realizadas.

"Esperamos afianzar las empresas que tenemos para, a partir de ahí, poder generar nuevos recursos. Dada la situación económica que atraiesa el país, seremos tremendamente selectivos al afrontar nuevas inversiones", indicó.

Por otra parte, José María Arroyo señaló que la ONCE prevé ingresar por ventas de cupón al cerrarse el ejercicio de 1992 un total de 320.000 millones de pesetas.