La Permanente de la Conferencia Episcopal celebró hoy una reunión extraordinaria para estudiar los presupuestos de 1993, que serán aprobada el próximo mes en Asamblea Plenaria por los obispos.

Según José Sánchez, los ingresos que la Iglesia recibirá en 1993 no van a ser superiores a los recibidos en el ejercicio anterior. Por ello, la Conferencia ha dado instrucciones a sus departamentos para que restrinjan en lo posible los gastos. "La Iglesia", dijo el obispo, "no tiene un duro y con esto quiero hacer un llamamiento a los católicos".

Los presupuestos de 1993 que está diseñando la Comisión se elaboran en base a los ingresos percibios por la Iglesia durante 1992, en el que recibió 10.612 millones de pesetas procedentes de los contribuyentes, a través del 0,5 por ciento del IRPF. Esta cifra supone que el 39,5 por ciento de las personas que hicieron la decalaración optaron por financiar a la Iglesia.

Por otro lado, el Estado asignó directamente a la Iglesia católica un total de 4.578 millones de pesetas, procedentes de los Presupuestos Generales.