El acusado, que reconoció haber utilizado pasaportes y documentación con nombres falsos, reltó que llegó a España con una importante cantidad de dinero, cuya cuantía no fue especificada, fruto de su fortuna en las salas de juego del país vecino.

Tras permanecer varios días en Barcelona, decidió trasladarse a la Costa del Sol "a pasar unas vacaciones", aunque las conclusiones de la fiscalía malagueña indican que su labor en la provincia de Málaga estuvo estrechamente ligada a la preparación del rapto.

El presunto cerebro de la operación, que no reconoce profesión alguna a lo largo de su ida, plagada de antecedentes penales por proxenetismo, robos y la participación en un asesinato en Francia, señaló que una vez en la Costa del Sol decidió realizar operaciones relacionadas con el tráfico de drogas, inducido por un contacto mantenido en Barcelona con Shamir Abdul Kasar, individuo que aparece en las declaraciones de los también acusados Alan Coellier y Constan Georgux, a través de quienes conoció, por primera vez, el nombre de Raymond Nakachian.

Según Jean Louis Camerini, Shamir Abdul Ksar le comentó que tenía problemas de tráfico de drogas con un libanés residente en Marbella. A juicio de la acusación particular, Shamir es una figura ficticia.

El letrado de la acusación particular, Sanz Arribas, afirmó que "en las declaraciones de Coellier y Georgux ambos dicen que recibieron a Melodie metida en una bolsa de viaje y que el tal Shamir les pidió que la cuidasen, afirmando que era su hija, a cambio de una cantidad cercana a los dos millones de pesetas diarias".

Raymond Nakachian,que comparecerá en el juicio el próximo jueves en calidad de testigo, negó la existencia de Shamir Abdul Kasar aludiendo a la filosofía lingüística árabe.

"Cualquier nombre en árabe", explicó Nakachian, "que lleva la palabra Abdul rige un adjetivo que tenga que ver con Dios y Kasar significa albañil yesero, y Dios no puede ser un albañil yesero. Es absolutamente falso y estos animales no hacen más que inventarse cosas contra mí".

Jean Louis Camerini negó también que la fosa encontrada en casa de os presuntos colaboradores en el rapto fuera para esconder el cuerpo de Melodie si sus padres no accedían a pagar el rescate (1.500 millones de pesetas), afirmando que el boquete serviría para enterrar los beneficios económicos de su actividad de tráfico de drogas.

El presunto cerebro de la operación culpó a Raymond Nakachian de haber comprado a un magistrado de Estepona, juez que tomó las primeras declaraciones a los detenidos, así como de robar la correspondencia de los presos.

Por su parte, elpadre de Melodie negó haber mantenido contactos con el juez instructor de Estepona.

Para mañana esta prevista la declaración de Alan Coellier y de Nadine Ettienne, con lo que se cerrará las intervenciones de los presuntos raptores de la menor.