Con ello, se pone en entredicho la calificción del abogado defensor del presunto criminal, Jesús Parra Bustos, que ha anunciado que pedirá la absolución de Valentín Tejero alegando que éste "está enfermo y no fue dueño de sus actos".

El cadáver de Olga Sangrador fue descubierto hace casi un año, el 28 de junio de 1992, enterrado en un pinar de la provincia vallisoletana hasta donde condujo el acusado a la Guardia Civil tras confesarse autor de los hechos.

Mientras la fiscalía solicita una pena de 50 años de prisión por los delitos de vioación, asesinato e inhumación ilegal, la acusación particular aumenta la condena a 62 años por un delito más, el de rapto, que la fiscalía no contempla.

El abogado defensor, que en diversas ocasiones ha intentado inhibirse del caso sin conseguirlo, ha decidido solicitar la absolución de su patrocinado durante el juicio, que previsiblemente se celebrará después del verano.

Este anuncio ha provocado la inmediata reacción de la fiscalía y de la acusaciòn particular, que han solicitado nuevos informe psiquiátricos de la salud mental del presunto asesino de Olga Sangrador, además de los que ya recoge el sumario.

Durante la instrucción del caso, Valentín Tejero fue objteo de dos inspecciones médicas: una, realizada por el forense Angel Bachiller Baeza, señala que el presunto criminal es perfectamente imputable por la vía penal, ya que su estado mental es correcto y distingue perfectamente entre el bien y el mal.

El segundo examen realizado por la doctora Ruiz Otazo señaló que este hombre aparee perfectamente lúcido y orientado, aunque indicaba que se necesario un informe más completo.

La abogada de la acusación particular, María Jesús Díez Astrain, informó que tanto la familia de la niña asesinada como el fiscal han pedido nuevos informes psiquiátricos, aunque a la vista de las pruebas médicas realizadas hasta ahora, no dudan de que Tejero no tiene problemas de salud mental, con lo que esa eximente no podría esgrimirse en la vista oral.